El etiquetado alimentario es una manera de que los consumidores obtengan información sobre los alimentos que quieren comprar. Si los consumidores siguen correctamente la información que aparece en las etiquetas (como las fechas de caducidad, instrucciones de manipulación y advertencias relacionadas con alergias), se pueden evitar enfermedades transmitidas por alimentos y reacciones alérgicas innecesarias.
1. Fecha de caducidad: En el envase de los alimentos se muestra una fecha de caducidad y no deben de consumirse después de esta fecha porque pondríamos en riesgo nuestra salud. Algunos de ellos tienen una fecha preferente que indica la durabilidad mínima o el periodo durante el cual el alimento conserva sus propiedades específicas.
2. Información sobre almacenamiento, preparación y forma de cocción: Ciertos productos alimentarios requieren instrucciones de almacenamiento, para garantizar una manipulación apropiada por parte de los consumidores y evitar el desarrollo de bacterias. Estas instrucciones también pueden indicar cómo debe almacenarse el producto una vez que se abre el envase o paquete; por ejemplo, “Conservar en frío una vez abierto”. Los consumidores sólo suelen utilizar las recomendaciones sobre condiciones de almacenamiento y preparación de los alimentos cuando compran un producto nuevo, pero no cuando se trata de un artículo que ya han comprado anteriormente.
3. Advertencias sobre alergias: Las advertencias sobre alergias mencionadas en las etiquetas alimentarias ayudan a los consumidores afectados a evitar esos alérgenos en caso de estar presentes. La legislación de la UE exige que las etiquetas incluyan 14 sustancias que son alérgenos conocidos y relativamente comunes en caso de estar presentes en el producto. Únicamente en el caso de alergias o intolerancias específicas se debe mencionar la ausencia (Ej. Sin gluten).
No hay comentarios:
Publicar un comentario